martes, 17 de abril de 2018

HÉROES EN ZAPATILLAS




Un libro de tapas duras y formato incómodo me hacía soñar cada noche antes de cerrar los ojos, casi. Yo no tenía más de siete u ocho años y fue mi primer contacto con la Historia y con la Ilustración de comics. Aquel cuento con minúsculas, describía personajes archiconocidos desde Marco Polo a Nerón, de Colón a Don Quijote, sin solución de continuidad, todo en un léxico infantil que se saltaba todas las licencias y cometía anacronismos sin pudor relatando bocaditos de Historia con mucho humor. “Héroes en zapatillas”aquí ese era el título que duerme en algún sótano por no pensar que lo tragó el camión de las mudanzas.





Este es Iván, un superhéroe que a veces trueca la capa por la guitarra. Poco convencional pero simpático, contagiosamente encantador,  igual que J. Hancock (Peter Berg, 2008) que como él, posee poderes sobrehumanos. Como el vuelo supersónico, un poder mágicamente sobrenatural, si no ya me explicarás como corre del Hospital La Paz en Madrid a Guadalajara en cero punto. 
Claro que como es un superhéroe también puede ser ubicuo, digo yo.


Es invulnerable a pie y a caballo, ni un cabestrillo por fractura de húmero hace que deje de publicar en su Facebook cada día.Cultiva las rr.ss. al dedillo, escribe, redacta y encima sin recorta y pega, un crack. Además tiene súperfuerza, lo digo yo que lo he visto caminar a golpe de muleta marca ACME por las arenas de la aldea del Rocío.


Iván tiene algo de antihéroe, como calificaba George Lucas a Han Solo …tiene algo de  Un solitario que se da cuenta de la importancia de ser parte de un grupo y de ayudar al bien común”.
Los antihéroes están desacreditados, ese es el poder que corona al creador de las historias, que les otorga, si quiere a sus personajes, atributos ácidos. 
Lo que me gusta de aquellos es que son astutos y que al final siempre ganan, como el Pato Lucas . Iván le planta cara a la enfermedad, la desafía, le gana la batalla por la mano todos los días, todas las veces.



http://www.cope.es/audios/manana-cope-guadalajara/plaza-toros-guadalajara-sera-escenario-del-lifestival-favor-lucha-contra-cancer_486295


Iván no está sólo. Son muchos, cada día más, quienes le apoyan y le mandan fuerza. Él, como si fuera Han Solo, ha organizado el concierto LIFESTIVAL donde los grupos actuarán desinteresadamente. Por cierto, consulta este enlace de la fundación Acuérdate de vivir donde te cuenta todo sobre la organización del LIFESTIVAL, será el próximo 28 de abril en la plaza de toros de Guadalajara, los beneficios van para AECC, la Asociación Española para la lucha contra el Cáncer y AESMEC, la asociación española para la Motivación del Enfermo de Cáncer. Puedes comprar las entradas del LIFESTIVAL pincha aquí, que no puedes ir, no pasa nada porque han habilitado una cuenta para que puedas colaborar desde la fila cero.


Don Quijote y Sancho saludaban en tintas planas, con armaduras oxidadas y rocines de medio pelo sobre papel couché, lo estoy oliendo. Los héroes de mis fábulas no necesitaban armaduras brillantes ni capas de raso, al contrario. 
El caso es que sigo leyendo casi cada noche, como siempre, pero ahora tengo mi propio superhéroe de cabecera, uno de esos que inspiran, que sus hazañas les hacen grandes a pesar de los palitos en las ruedas que les impone la vida.

Escribo poco, poquísimo. Me reservo para gente que vale pena, para causas que valen la Vida.






#youllneverwalkalone #acuerdatedevivir





martes, 25 de abril de 2017

VIDAS AJENAS


Miradas ausentes y pasos perdidos sobre una moqueta que carga de protones una tarde interminable de tránsito a las antípodas. Al soltar el carro porta-maletas en la cinta transportadora saltará una chispa invisible que hace que dos absolutos desconocidos den un saltito hacia atrás, impulsados por un resorte imaginario como resultado de circulares caminatas sobre moqueta naranja. Es casi seguro que los desconocidos no vuelvan a verse, a tocarse ni excusarse el resto de su existencia, la ley de Murphy en un intento vano de acercamiento ha vuelto a fallar en favor de la opción menos amable.
Alguien aguarda un regreso, probablemente en un lugar donde la distancia no se mesura en centímetros y la ausencia se tasa hoy en lágrimas. Es bonito que alguien espere.
Un grupo de músicos vestidos de negro riguroso agota su tiempo a la puerta de un restaurante veggie. Se intuye que son artistas por ajustadísimos vaqueros desgastados que rayan old fashion, chupas “perfecto” de cuero ajado y que uno va tocado con un sombrerito muy pequeño que no queda ridículo debido a la temprana edad del portador. Hay además otra pista y es que amontonados debajo del cartel de free-wifi se vislumbra una pirámide informe de fundas de guitarra y algún instrumento de percusión.
Todos varones, no se registra figura femenina en este cuadro, ni una novia grouppi, ni una mannager obesa, ni siquiera una fan trasnochada…me pregunto si alguien les espera en casa. Invento una familia para alguno, decido que habrá quien los aguarde. Un bebé rollizo y rubicundo y niños muy pequeños para el del pelo Garfunkel. Un novio nada roquero para el maduro del grupo que viene ataviado con t-shirt vintage, obsequio casi seguro al comprar su flamante Harley Davidson. Su novio probablemente trabaja en banca, es mucho más joven que él y espera en su pisito minúsculo en el Berlín cosmopolita con la nevera vacía, una botella abierta de ron antillano y la cama revuelta.


Por cierto, supongamos que son germanos no por estar dotados de ojos azul cristalino, cabellos dorados y escasos, sino por las latas que se amontonan en la mesa inestable del bar vegano donde estos arios consumidores de cerveza llevan ya cuatro rondas que les hace subir un poco el tono de voz y el tono de las mejillas.
Es entretenido inventar vidas ajenas de personajes que desfilan en un microcosmos babeliano de paredes transparentes y techo de cristal abierto a un cielo plomizo, donde se dan cita fenotipos dispares, gustos antagónicos y parejas imposibles.


Paris Aeroport Charles de Gaulle. PILAR ROCHE,2017

En cuestión de minutos y por coincidencia de horarios el espacio se ha vaciado, solo quedamos los descolgados de los vuelos larguísimos, conformados penitentes que atrapados en una terminal distinta esta vez, no somos capaces de salir al mundo exterior en un intento de excursión por pereza o por compleja intendencia. Cargamos con trolleys de “porsis”, por si acaso extravían mi maleta, por si acaso necesito un jersey, por si acaso quiero leer algo que no llevo en el Kindle, por si… Esto sumado al bolso king-size y a la chaqueta que necesitaré para combatir al aire acondicionado de un avión del que no podré escapar en trece horas, hacen que me cuestione salir de excursión para combatir estas horas de atrincheramiento voluntario.

La camarera aburrida retira una bandeja huérfana, recoloca una silla en su sitio alineando absurdos muebles como soldaditos preparados para la batalla. Sin solución de continuidad y por la sucesión natural de las cosas, pasajeros de otros vuelos pasan a ocupar el lugar de los músicos. Una taza de mate y su propietario llenan el espacio sonoro con una cadencia porteña, se une una pareja australiana que comparte brevemente mesa y conversación con orígenes y destinos en tono lo suficientemente elevado para que no tenga que inventar este dato. Baja el telón sobre el mismo escenario y la escena ha cambiado radicalmente. Al lado del argentino hay ahora un rabino ortodoxo también en blanco y negro que curiosamente es el elemento que da continuidad a la escena, aunque sea eso sí por gama cromática.


Valencia IVAM. PILAR ROCHE, 2017


Si esta vez dejaste a alguien esperando en lugar del embarque es muy probable que distraiga la realidad y en un intento de engañar al tiempo se pierda mirando fotografías o buceando en las redes sociales que son las cartas que ya los humanos pensamos que no necesitamos.

Sumidos en los aromas de prendas prestadas, en el tacto de libros aconsejados y en un propósito de vuelta inminente, soñamos que no queda nada para el regreso. Que las maletas de la cinta transportadora están ya en el enésimo vuelo de vuelta que nos hacen soñar que en vez de ir ya estamos volviendo.


Lo dicho, es bonito que alguien espere.



Quizás te apetezca leer otras historias: Amores desenfocados ,El día que Cupido se hizo un lío con las flechas,Las amigas de la novia pincha aquí, Cosas que pasan, pincha aquí Griselda, Anastasia & me, qpor el contrario una de viajes viajeros Una escoba y un recogedor.pincha aquí O esta sobre el chocolate Easter time puedes leerlo aquí


Lo de siempre, me hace feliz que sigas leyendo.




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